Eduardo Chillida nace el 10 de enero de 1924 en San Sebastián. Su obra está presente en más de 20 museos de todo el mundo, y se han celebrado exposiciones en ciudades como Berlín, Londres o Nueva York.
En 1943 se traslada a Madrid para cursar estudios de Arquitectura, sin embargo en 1947 decide abandonar la carrera para entrar a dibujar en el Círculo de Bellas Artes. Al año siguiente, marcha a París dónde se inicia en la escultura, exponiendo una obra en el Salón de Mayo. En 1951, tras su boda un año antes con Pilar Belzunce se instala en Hernani donde descubre el hierro, y realiza su primera obra en ese material, Ilarik.
Tres años más tarde, tiene lugar su primera exposición individual en Madrid en la Galería Clan y se inicia en la obra pública con las puertas de la Basílica de Aranzazu. En 1958 recibe el Gran Premio Internacional de Escultura de la 29 Bienal de Venecia, una puerta para recibir casi todos los premios existentes a lo largo de su vida, de la Bienal al Kandinsky en 1960, del Wilhelm Lehmbruck, 1966 al Kaissering alemán en 1985, del Príncipe de Asturias en 1987 al Premio Imperial de Japón en 1991.
La obra pública tuvo una gran importancia en su trayectoria artística, tiene más de 40 esculturas repartidas por diferentes lugares del mundo. En 1972 realiza Lugar de Encuentros III, hoy en el Paseo de la Castellana en Madrid, Campo Espacio de Paz para Lund (Suecia), o Elogio de la Arquitectura II en Palma de Mallorca. En 1973 se coloca en Teherán la Estela para Pablo Neruda. 1976 es el año de la instalación del Peine del viento XV en San Sebastián.
Durante la década de los 80 se suceden las obras, Gure Aitaren Etxea en Gernika 1984, La Casa de Goethe en Frankfurt 1986, el Elogio del Agua en Barcelona 1987, De Música en Dallas 1989, etc. En 1990 realiza Elogio del Horizonte en Gijón mirando al mar, a lo desconocido y dos años más tarde la escultura Monumento a la Tolerancia se inaugura en el Muelle de la Sal en Sevilla. En el año 2000 se inaugura el Museo Chillida-Leku, lugar donde actualmente descansa gran parte de su obra en diálogo continuo con la naturaleza.
Eduardo Chillida fallece el 19 de agosto de 2002 en San Sebastián sin ver concluido su gran sueño, el proyecto Tindaya, una obra pública en el corazón de la montaña.